A la pequeña Cristy le detectaron cáncer terminal en Estados Unidos cuando tenía seis años de edad. Sus padres estuvieron devastados por la noticia, pero no sabían bien en ese momento lo que Dios tenía preparado para esta familia de origen colombiano.
Los colombianos Fernando Dangond y Mónica Lacouture se conocieron en Boston, con el tiempo se casaron y tuvieron tres hijos: Daniel, David y la pequeña Cristy (Cristina).
Fernando estaba alejado de la fe y como neurólogo buscaba encontrarle explicación a todo. Incluso consideraba los milagros de la Biblia como exageraciones o interpretaciones de gente sugestionable en una época en que la medicina era muy limitada. Llegó a pensar que los endemoniados eran cuadros de ataques epilépticos.
Todo transcurría “muy normal” hasta que el 12 de diciembre de 2012, Fiesta de la Virgen de Guadalupe, Cristy de 6 años se quejó de un dolor y la llevaron al hospital para hacerle unas pruebas.
“Cristy fue diagnosticada con un rabdomiosarcoma metastásico, uno de los cánceres más agresivos y malignos que existen. El tumor primario, de gran tamaño, fue encontrado en el tórax y le había causado un colapso del pulmón izquierdo. Además tenía 9 metástasis en el cráneo y diseminación por múltiples cuerpos vertebrales (los huesos de la columna vertebral)”, cuenta Fernando en su columna del termómetro.co.
“Allí me estrellé y sentí que mi vida se partió literalmente en dos. La angustia mezclada con terror, dolor e impotencia me envolvían como unas llamas del mismo infierno… En ese mismo hospital donde décadas antes me entrené como neurólogo y hacía rotaciones de oncología pediátrica, allí y ahora era mi preciosa hija Cristy, una paciente de cáncer”, señaló.
Al cuarto día de hospitalización, mientras Mónica, la mamá de Cristy, rezaba el Rosario sintió que su difunto padre llamado Alfredo le habló y le dijo: “no se equivoquen, Cristina sí tiene cáncer, pero ella va a ser un milagro de Dios en el Año de la Fe. Por ella están intercediendo la Virgen de Guadalupe, la Virgen de Lourdes, la Virgen de Fátima, la Virgen de la Medalla Milagrosa, Santa Bernardita, Santa Filomena y la Madre Teresa de Calcuta”.
“Dile a Fernando que él no debe preocuparse porque no pudo hacer nada por mí el día de mi accidente. Yo tenía que haberme muerto porque tenía que estar hoy aquí al lado de Cristina, cuidándola. Y dile a Fernando que su papá está al otro lado de Cristina también cuidándola. Cristina va a atraer a un ejército de personas a Dios”.
Mónica temerosa de que su esposo la creyera loca le contó lo sucedido a Fernando. Luego Mónica le dijo que su papá le había pedido que recen al lado de Cristy y se pusieron a orar. En ese momento le comunicó que su padre le había vuelto a hablar para decirle que pronto recibirían una buena noticia.
“Al minuto entró al recinto el radiólogo a cargo de la interpretación de la escanografía ósea, y con una gran sonrisa y entusiasmo, nos dijo: ‘¡El examen es totalmente normal!’. Desde ese momento, empecé a rezarle a toda hora a ese Dios misericordioso y divino, quien me perdonó que yo lo hubiera olvidado por tanto tiempo, diciéndole ‘Gracias Señor por haber sanado a Cristy’”, señaló Fernando en su columna.
Por su parte, la mamá de Fernando, Elisa de Dangond, integrante de la Renovación Católica Carismática en Colombia, se había entregado a la oración. El sacerdote asesor de esa comunidad, P. Eider Linero, mandó llamar a la señora y la invitó a rezar juntos.
“Estábamos orando por Cristy y en medio de la oración vino a mí como una especie de fotografía una niña acompañada de unos ángeles”, relató el P. Linero al canal Univisión.